viernes, 12 de diciembre de 2008

Una. Julio 2008.


Somos una.
Sin costuras ni cicatrices, sin espacio ni tiempo, sin que nadie pueda imaginarnos la una sin la otra. Dos mitades de la misma pieza, dos lágrimas que se funden al rodar por la mejilla, acompasadas por un mismo latido.
Somos una, tú pequeña y suave, yo más grande y fría, tú la luz y yo la energía, durmiendo bajo el mismo cielo.
Ya no se si yo era así o eres tú la que me has cambiado, no se si tu mirada triste ha teñido mis sueños, si me buscaste o ereamos una ya antes de conocernos.
Somos una, tú el hemisferio izquierdo, yo el diestro, capaces de todo y, juntas, sin temor a nada, luchando contra el mundo para encontrarnos un sitio.

No hay comentarios: