viernes, 15 de octubre de 2010

Tu vida

La realidad es ese trozo de papel lavado que estiras sobre la mesa y en el que intentas descifrar unos versos semiborrados. La ficción: imaginar la historia, dibujar mentalmente a los personajes, atribuirles pensamientos, sentimientos, acciones. Si la vida te da manzanas, pídele una tarta de frutas bien crujiente, con la masa quebrada y la crema pastelera en su punto. Si te da un lapicero, pídele una novela o un poema que tenga alma. Y mientras tanto sueña, lucha, evoluciona, ama, grita, disfruta sin conformarte con mañanas de nubes y lluvias. Escribe tu historia con cada mirada, cada aliento, con los latidos de tu corazón y las palabras de los que te rodean. Se tu propio dueño, protagonista de tus decisiones, sin miedos, sin prisas. Que la realidad sea tu realidad sin imposiciones, que la vida sea tu vida sin intervenciones, que tus sueños sean tus sueños y que nadie intente cambiarlos.

sábado, 9 de octubre de 2010

Cián + Magenta

Destiñes. Sólo puedo pensar en la composición y descomposición de colores. En la sustracción de tonos que se esforzaban en aparentar ser azules cuando eran únicamente la suma de otros, en la fragilidad de las luces que bañaban los espacios que llenabas. Con luz eras primario, adición y adicción. En las sombras te volvías perdedor de matices, separándose de un intenso beso bajo la lluvia el magenta y el cián resbalaban por tus mejillas. Destiñes ya con la claridad del día, ni acudes al rescate de la dama en apuros ni la liberas de un malvado hechizo. Tienes pálido el color de la esperanza, desgastado el de la cordura y la sangre de tus heridas es más imaginaria que real. Destiñes, príncipe azul de mentirijilla.

martes, 5 de octubre de 2010

Me busco

Vuelvo a notar la presión bajo las arterias. La sangre que arde y late, que araña. Hoy me gusto y me busco en los espejos, mis pisadas están cargadas de una seguridad que hace a la gente tambalearse al cruzarse conmigo por la calle. Escojo las palabras con precisión y las deposito suavemente en el aire, las empujo con los dedos y las saboreo con la punta de la lengua al rozarme los labios. Hoy soy preciosa y arrogante, divinamente encantadora, seductoramente insoportable. Noto tus ojos en mi espalda al salir de la habitación. Hemos cruzado un par de tímidas miradas, las mías fingidas. No voy a acostarme contigo, no quiero hacerlo, pero antes de salir me he cambiado el sujetador y la camiseta, satén y encaje, suave tela sobre mi piel que huele a jabón de almendras. Me acaricio el pelo, cuento los minutos que tardaré en llegar a casa y quedarme a solas con mis pensamientos. Nadie está a salvo del encantamiento, las cabezas se giran, llueven como algodones palabras que me complacen. Sueño con una ducha caliente, con la yema de mis dedos despertando la dermis dormida. Vuelvo a sentirme con una zorra, una maldita zorra que consigue todo lo que quiere sólo con imaginarlo y me gusta esa idea, mejor dicho, me excita esa idea. Hoy me gusto y me busco, pasado mañana que dios os pille confesados.