jueves, 10 de septiembre de 2009

Un punto menos para el diseño

Ayer volví a intentarlo y le puse un fondo negro a toda la apertura de ocio (¡Toma!). Es la cuarta vez que la directora del periódico en el que trabajo sale de su despacho y se dirije a mí, todas por la misma razón.
- "¿Quién ha hecho la página de La vida?"
Silencio sepulcral. Mis compañeros bajan la cabeza y me preparo. Otra vez me toca.
- "Yo"
- "¿No sabes que los fondos negros en nuestro periódico no salen bien? ¿Es que no te acuerdas...?"
Pues claro que me acuerdo señora, pero la he colado ya unos cuantos y no se ha dado ni cuenta. Es que el trabajo me aburre y sólo se me ocurre putear al personal, ¿usted que cree? Eso es lo que me dieron ganas de contestarla o bien que ella está equivocada y que el error de impresión al que se refiere tuvo más que ver con un eps que con un cuadro de imagen de un color determinado. ¿Por qué naranjas al 100% sí y negros no?
En lugar de aquello me limité a mirarla y a seguir con lo que estaba haciendo. Su tono de voz de angustia y enfado fue debilitándose ante nuestra reacción. No podemos explicarla por qué razón aquella página salió mal en Asturias porque tendría que empezar por la definición de eps, de jpg, y unos cursos básicos sobre la imprenta ovetense que, por alguna extraña razón, no imprime en ese formato.
Modifiqué la página con mucho disgusto, estaba realmente orgullosa del resultado final y ahora mi (poca y cada vez menos) creatividad se hallaba cercenada por la teoría absurda de los fondos negros a toda página. Por este tipo de cosas es necesaria la existencia de un jefe de diseño en un periódico. Si no quiere fondos negros que le encarguen la página a otro que no sea ayudante de redacción. En un mes vuelvo a intentarlo.

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