sábado, 3 de julio de 2010

Formas geométricas

La geometría puede ser tan cruel. Triángulos que enfrentados se buscan, vértices que suspiran y se confunden. Formas que entrecruzadas forman polígonos cóncavos o convexos, estrellas, figuras sin paralelismos con la naturaleza. Relaciones humanas, innatas e innaturales, artificiosas. Como un narrador omnisciente observo: miradas de ron y gominolas, roces involuntarios, acercamientos estudiados hasta el infinito. Ella charla con tres chicos en una sala, él la mira apoyado en el balcón mientras finge estar interesado en alguna conversación sobre política barata. Las risas de brillo de labios, el tono de su voz rebotando en las paredes y las réplicas de sus nuevos amigos, le obligan a cambiar de habitación. Desde otro ángulo del triángulo sigue sus movimientos. Ella nota su mirada clavada entre las luces ténues y los vasos de plástico. Se siente incómoda a pesar de que ya ha pasado el tiempo suficiente, si es que existe alguna medida que evalúe cuando algo es adecuado y cuando deja de serlo. Está sentada delante de un chico tímido, de ojos color cocacola, de piel oscura y pelo azabache. Hablan, ríen, se preguntan. Sus ojos destellean, si ella mira sus manos, él lanza miradas esquivas a su escote. La línea se completa con la llegada de un tercero, un nuevo triángulo se forma frente al ventilador. La conversación se vuelve más banal y el equilátero crece hasta un pentágono. El chico de ojos marrones se retira ante la nueva incorporación. Es hora de marcharse a casa. El tercero le pide el número de teléfono mientras el observador escucha cómo ella le dicta los números a escasos dos metros.
Antes de dormirse, él piensa que debería haberla besado otra vez porque ya no recuerda el sabor de sus labios y reprime los gritos contra la almohada al recordar que un imbécil le pidió el número de teléfono. Éste último cree que debería llamarla para tomarse un café pero que seguramente no lo hará. Ella sueña con los ojos cocacola del chico tímido y el chico tímido, espero que piense en mí antes de cerrar los ojos. La geometría puede ser tan cruel....

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