lunes, 13 de junio de 2016

De más

A veces te echo de más y otras te echo de menos. Palabras que vuelan y no quiero atrapar, que me acarician por la mañana, que arañan mis brazos, que se depositan sobre la ropa cuando oscurece, sólo palabras de más o de menos. Aquel lugar estaba prohibido y, aunque tú no eras tú, entramos, en silencio. Nos miraban sin curiosidad, no éramos los primeros, y sin embargo el miedo hacía temblar mi voz de forma ridícula. Tu risa nerviosa, mi mano buscando un lugar cálido bajo tu camiseta. Te besé con avaricia, para marcar territorio, mientras el dependiente ojeaba el catálogo sin ganas. No levantó la mirada de las páginas manoseadas del ejemplar cuando apoyaste los brazos sobre el mostrador. En este instante lo vi claro, te estaba echando de más. No quería estar allí contigo, ni en ese lugar ni en ningún otro. 

No hay comentarios: