miércoles, 18 de mayo de 2016

No vale ser cobarde

Aquí me encuentro, parece que hace años que no escribo nada en este blog. Y así ha sido. Tal vez no tenía nada que decir o quizás no me apetecía compartirlo. La verdad es que muchos utilizan estos espacios siderales para ser leidos, para tener un poco de protagonismo en sus vidas. Yo lo hago como desahogo, lo vomito todo para entenderme, para buscarme y, a veces, también para perderme. Y si en algo soy experta es justo en eso. Llevaba unos años encontrada y ahora... vuelvo a dudar, a sentirme frágil y a querer esconderme. No es fácil, me descontrolo demasiado rápido y pierdo el norte, el sur y los papeles. Y hoy se me ha ido de las manos, otra vez. He querido cerrar los ojos y poder hacer command zeta pero ya no había marcha atrás. Si algo he aprendido con la escasa madurez que me han aportado los 34 es que ya no vale huir, no se puede ser cobarde y cerrar los ojos para no ver, el corazón para no sentir y los puños para no escribir. La marioneta debe seguir cortando sus hilos y caerse para después levantarse. No puede quedarse en el suelo hecha un ovillo y esperar a que todo se solucione solo.

No hay comentarios: